El viernes 23 de agosto de 2024, Madre Hildegard Brem, Abadesa de Mariastern-Gwiggen, partió al encuentro del Esposo, tras pocas semanas de grave enfermedad que vivió con serenidad, ofreciéndose a Dios por la Iglesia, la Orden y su amada comunidad. Recordamos con gratitud los muchos servicios preciosos que Madre Hildegard ha brindado con generosidad y competencia durante muchos años, en la formación, la traducción y difusión de los textos de nuestro patrimonio espiritual, y como miembro del Consejo del Abad General y del Sínodo de la Orden. Unidos en la oración, la encomendamos a la misericordia del Padre y estamos cercanos con afecto a su comunidad. ¡Que en el Cielo pueda cantar el Magníficat con la Madre de Dios, vida, dulzura y esperanza nuestra!
P. Mauro-Giuseppe OCist y toda la Orden Cisterciense
P. Mauro-Giuseppe OCist y toda la Orden Cisterciense